Crónica / Zahara, Pamplona (Planetario, 05/04/2013)

Zahara-24

 

Por Javier Escorzo. Publicado originalmente en Indistanea.

 

Puedes tocar en un planetario y que, casualmente, el primer corte de tu último disco se titule “El universo”. Puedes planear comenzar el concierto a oscuras con esa canción mientras el público contempla una lluvia de estrellas. Pero puede que a un cable traidor le de por romperse y haga que tu voz suene como la de un dibujo animado. Y puede que en vez de hundirte, aproveches ese imprevisto para demostrar que tienes tantas tablas como simpatía y te metas al público en el bolsillo desde el primer momento.

Una vez solventada la incidencia por parte la organización, Zahara volvió a arrancar con “El universo” y en esta ocasión todo estuvo en su lugar: la guitarra acústica, la voz, las proyecciones. Fue toda una experiencia escuchar tan devastadora letra hundido en la cómoda butaca del Planetario de Pamplona, completamente a oscuras, con los ojos fijos en las constelaciones que recorrían su cúpula.

Todavía estremecidos por “El universo”, el tiempo nos supo a vino “En la habitación”. Después nos tumbamos al sol en la cubierta del barco que inspiró “La mujer mayúscula y el mar”, que también contó con excelentes proyecciones, como el resto de canciones del concierto; excelente trabajo el realizado por el personal del Planetario.

Las canciones iban cayendo como hojas desde las ramas gigantes del General Sherman, pero allí nadie quería volver a casa. “Del invierno”, “Frágiles, “Photofinish”… Zahara las introducía, explicando sus orígenes y significados, bromeando con el público, riéndose de sí misma. Su guitarra acústica y su voz hicieron el resto.

Tras una primera parte más oscura, el tono cambió con “Leñador y la mujer América” y “Mariposas”, que contó con la divertida participación del público en los coros. La inmensa rabia que encierra “Camino a L.A.”, con un final apocalíptico cargado de aullidos, fue el cierre en falso de la noche. Pero el público no estaba dispuesto a marcharse y la artista no se hizo de rogar. Un sensual “Olor a mandarinas” inundó el Planetario y como despedida, a petición del público, llegó “Con las ganas”, una canción que Zahara se vio obligada a dejar de tocar durante años por el dolor que le producía interpretarla. Una canción que, especialmente en directo, muestra la enorme capacidad de comunicar, transmitir sensaciones y emocionar que atesora su autora.

El concierto terminó en su punto más alto de intensidad. Zahara se retiró a su camerino pero al poco tiempo salió a saludar al público que esperaba para felicitarla. Fotos, abrazos y firmas de discos. La misma cercanía que imperó durante la actuación se mantuvo tras la misma.

El próximo viernes el ciclo “Conciertos de otro planeta” continuará acercando estrellas al firmamento musical de Pamplona. Será el turno de Rebeca Jiménez y Vicky Gastelo. No deberían perdérselo.

 

Si quieres ver fotos de este concierto, pincha aquí.

 

 

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