“El último hombre en la tierra”, Coque Malla

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“El último hombre en la tierra”, Coque Malla

DRO / Warner

 

Por Javier Escorzo

 

Lo mío con Coque Malla ha sido un proceso paulatino. Nunca me gustaron Los Ronaldos y no escuché (en su momento) sus dos primeros discos en solitario: “Soy un astronauta más” y “Sueños”.

 
Presté cierta atención a “La hora de los gigantes”; recuerdo que tenía muchas conexiones con Iván Ferreiro, ambos eran amigos y se citaban mutuamente en las entrevistas. Lo cierto es que aquel disco me gustó, pero tampoco llegó a matarme. Supongo que los prejuicios que sin duda yo todavía conservaba hacia Coque influyeron. O mejor dicho, los prejuicios hacia la imagen que yo tenía de Coque, que no sé hasta qué punto era real.

 
Fue con “Termonuclear” cuando definitivamente me caí del caballo. Me pareció un disco soberbio de principio a fin, al igual que su continuación acústica “Termonuclear en casa de Coque Malla”. Aún así, reconozco que todavía no confiaba demasiado en él y pensaba que podía tratarse de una buena racha momentánea, un par de discos francamente buenos en medio de una larga trayectoria que nunca me había llamado la atención y que por tanto, yo desconocía.

 
Y entonces llegó “Mujeres”, uno de los mejores discos en directo que se hayan grabado jamás en España. El mero hecho de considerarlo un simple disco en directo es un error. “Mujeres” es una idea, un concepto, un todo que abarca las canciones, la instrumentación, la interpretación, el vestuario, las voces femeninas que le acompañan, las fotografías… incluso el peinado de Coque.
Vi un par de conciertos de aquella gira (Pamplona y San Sebastián) y mis buenas sensaciones no hicieron más que aumentar. Tanto que, cuando iba a llegar el nuevo disco, yo estaba totalmente seguro de que no podría ser tan bueno como los dos anteriores. Y nuevamente, me equivoqué.

 
La calidad de “El último hombre en la tierra” se percibe desde la hermosa introducción de cuerdas que suena al comienzo y que de manera tan deliciosa se funde con las guitarras acústicas de ‘La señal’. Esa intro puede recordar, por sonido e intencionalidad, a la que también abría el álbum “Detalle del miedo”, de su compañero de generación Mikel Erentxun. En clave más rock se sitúa ‘Santo, Santo’, que en su parte final también incluye arreglos de cuerda, que son parte fundamental de todo el trabajo (el mérito en este apartado recae sobre Miguel Malla, hermano de Coque). ‘Lo hago por ti’ es, o debería ser, el single perfecto, suponiendo que en España siguiese existiendo una radio musical normal.
‘El último hombre en la tierra’ da título al disco, y también le da carácter, con sus vientos, sus cuerdas y su portuaria coda final. En la misma liga juega ‘Cachorro de león’, tan marcada por el que monólogo con el que concluye. ‘Escúchame’ es un rock’n’funk grasiento y sudoroso. Irresistible.

 
Pero quizás la mayor joya del álbum sea ‘Me dejó marchar’, un tema que va creciendo: comienza prácticamente desnuda, y mientras avanza la letra (tan confesional que duele) los instrumentos se van incorporando hasta alcanzar el climax final entre cuerdas y guitarras eléctricas, mientras Coque repite como un mantra ‘me dejó marchar’; ese posiblemente sea el punto álgido del disco. No en vano esta canción ha sido recientemente alabada por Quique González en Twitter. Hace unos meses Iván Ferreiro la versionó en directo (pincha aquí para leer la crónica de ese concierto).

 
La electricidad y las cuerdas vuelven con ‘Todo el mundo arde’ y ‘Pétalos, sonrisas y desastres’ (preciosos los coros finales de esta última).
Y para terminar, ‘El cambio interior’, una irónica visión sobre nuestra responsabilidad (por omisión) en la crisis que padecemos, y ‘Duerme’, una nana espectral que hace las veces de epílogo y nos invita a dormir, cerrano el círculo que abrió ‘Despierta’, de “Termonuclear”, que era una nana para levantarse de la cama.

 
“El último hombre en la tierra” es, en definitiva, un trabajo elegante y bello como pocos, que se sitúa en la cima competitiva de su autor y que estará, sin duda, entre los mejores discos nacionales del año. Y puede servir, como ha sido en mi caso, para revisar su ya extensa discografía en solitario, que no tiene desperdicio, aunque la mejora es evidente.

 

 

Si quieres ver las fotos de Coque Malla en San Sebastián (gira “Mujeres 2014”, sala Doka), pincha aquí.

Si quieres ver las fotos de Coque Malla en Pamplona (gira “Mujeres 2013”, Subsuelo), pincha aquí.

Si quieres leer la crónica de Coque Malla en Pamplona (gira “Termonuclear 2012”, Escuela Navarra de Teatro), pincha aquí.

Si quieres ver las fotos de Coque Malla en Pamplona (gira “Termonuclear 2012”, Escuela Navarra de Teatro), pincha aquí.

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