Entrevista / Mikel Erentxun (Duncan Dhu, “El duelo”)

Duncan Dhu-40

 

Por Javier Escorzo. Publicada originalmente en Mundopop.

 

Mikel Erentxun y Diego Vasallo han vivido varias vidas dentro de sus propias vidas. Nacieron musicalmente en los ochenta, cuando las luces de la Movida no se habían apagado todavía. El afán de aprender y evolucionar con cada disco fue la seña de identidad de su grupo, Duncan Dhu, uno de los más importantes e influyentes de la historia del rock español. Pero sus inquietudes musicales crecieron más rápido que su éxito y decidieron separarse cuando todavía les quedaban muchas cosas por decir. En los noventa volvieron a nacer con sus respectivas carreras en solitario y ahora, tras muchos años de distanciamiento musical (que no personal), han sacado de su letargo a Duncan Dhu. Acaban de publicar “El duelo”, un mini LP de seis canciones que ya están entre lo mejor de su repertorio. En pocas semanas emprenderán una gira que les llevará por América y España. De todo ellos hablamos con Mikel Erentxun.

 

P.- Supongo que durante los doce años que habéis estado separados habréis recibido bastantes ofertas para volver, ¿no?

R.- Sí, la verdad es que sí.

 

P.- Y me imagino que incluso económicamente más suculentas, teniendo en cuenta la crisis económica que vivimos en la actualidad.

R.- Sí, está claro. El momento para volver, si lo hubiésemos pensado únicamente en parámetros económicos, no es éste. De hecho hubo una época en la que Movistar hacía unos conciertos muy grandes, yo toqué en acústico en uno con La oreja de Van Gogh y Pretenders, y en aquella época recibimos una oferta muy potente para Duncan Dhu, de mucho dinero, y no nos juntamos.

 

P.- O sea que aunque suene a tópico, va a ser verdad que no habéis vuelto hasta que habéis tenido algo nuevo e interesante que decir.

R.- Efectivamente. Sin negar el factor económico, porque ese factor existe, Diego y yo vivimos de esto. Cada vez que grabamos un disco existe un componente económico. Pero el componente más importante, el definitivo, ha sido el acercamiento musical que hemos tenido Diego y yo. Sin ese ya nos podrían haber ofrecido todo el oro del mundo, que no hubiésemos vuelto. Sobre todo porque no hubiésemos sabido volver, no hubiéramos sabido qué hacer. Sin esa conexión musical hubiese sido absurdo intentar cualquier tipo de acercamiento.

 

P.- La propuesta inicial os llega de América. Me da la impresión de que allí el público es más respetuoso con los artistas de trayectorias largas, a diferencia de lo que pasa en España, que vales lo que ha vendido tu último disco, ¿no?

R.- Sí, es exactamente como tú lo has dicho. En América hay un respeto mayor por las carreras largas y consistentes, cosa que en España no ocurre tanto. Y efectivamente la propuesta vino de América, y ese fue el desencadenante, aunque luego todo se ha escorado más hacia España; al final la gira potente es en España, el disco nuevo únicamente se edita en España. La idea americana se ha quedado en lo que querían en un principio: un grandes éxitos con unos conciertos por allí. En cambio en España ha trascendido todo eso y hay un disco nuevo, una gira… La balanza se ha inclinado hacia este lado.

 

P.- A finales de los ochenta y principios de los noventa hubo un movimiento muy importante en América que se llamó “Rock en tu idioma”, en el que Duncan Dhu jugó un papel importante junto a bandas como Radio Futura, Héroes del silencio y otros grupos de allí.

R.- Sí. Eso sucedió en los ochenta, concretamente en la segunda parte de los ochenta y principios de los noventa. No sucedió con todos los grupos, había grupos gigantes como Gabinete Caligari u otros que inexplicablemente allí no tuvieron su hueco. En cambio otros sí que lo tuvimos, dentro de lo que llamaron “Rock en tu idioma”. No éramos sólo grupos españoles, también había grupos de toda Latinoamérica. Fue algo muy potente, hasta el punto de que todavía hoy es recordado y valorado.

 

P.- Centrándonos en “El duelo”, que es vuestro nuevo trabajo. No sé si os llegasteis a plantear la idea de grabar un disco nuevo completo y no sólo un mini LP de seis canciones. ¿No queríais forzar? ¿Teníais que ajustaros a unas fechas de la compañía?

R.- Fue un poco por todo. Efectivamente había un calendario. En principio íbamos a grabar solo una canción, luego dos, un single con un tema en cada cara. Luego un EP, y ahí vimos que había material para grabar un mini LP. Quizás un LP todavía nos quedaba demasiado lejos. El mini LP es una forma más modesta de reaparecer, y también más contundente, porque en un mini LP no hay fisuras, son seis temas muy redondos, muy coherentes, muy cohesionados. En un LP puedes meter otro tipo de matices y no hacerlo tan homogéneo, pero un mini LP nos parecía más rotundo. Además, así fue como empezó Duncan Dhu hace veintisiete años con “Por tierras escocesas”.

 

P.- Me interesa saber cómo empezáis a trabajar. Sé que le enviaste a Diego unas melodías, creo que por correo electrónico. Le gustaron y empezó a escribir las letras. ¿Pero habíais hablado antes? ¿Os habíais sentado para decidir el estilo que queríais seguir o fue surgiendo sobre la marcha?

R.- No, no lo habíamos hablado antes. La primera idea era hacer una canción para el recopilatorio del que hemos hablado. Decidimos que lo íbamos a intentar, y lo único que hablamos fue que yo haría la música y Diego la letra, que es como habíamos trabajado en “Crepúsculo” hace ya muchos años. Sin hablar nada más de por dónde podía ir el disco, yo le mandé varias ideas que había grabado en mi teléfono móvil. Conforme las grababa se las mandaba. Concretamente fueron tres esbozos de canciones, me escribió y me dijo que le gustaban todas, pero especialmente una. Y se puso a escribir la letra. En seguida vimos que teníamos una canción, y después les puso letra a las otras dos ideas que le había mandado, y la cosa fue creciendo.

 

P.- Respecto a la grabación, hay dos cosas que me llaman la atención: la primera, que lo hayáis grabado entre San Sebastián y Madrid, cuando especialmente tú eres muy sibarita con el tema de los estudios y has viajado muchísimo para plasmar en cada uno de tus discos el sonido que tenías en la cabeza.

R.- Sí, es cierto. Estuvimos pensando dónde grabar. San Sebastián nos pareció muy cómodo, y eso era lo que buscábamos, quizás Diego más que yo. Esa comodidad, aquí, en casa, al lado de nuestras familias… En San Sebastián hay un estudio buenísimo que no conocíamos, y eso que es de toda la vida, pero cuando nosotros grabábamos no lo conocíamos. Se llama Elkar y está diseñado a la vez que Du Manoir, un estudio francés donde grabamos muchos discos. El mismo tipo de sala, el mismo material, la misma mesa… Se hicieron a la vez, es como un estudio hermano. Descubrimos que teníamos ese estudio en San Sebastián, al lado de casa, y nos pareció una forma bastante cómoda de grabar el disco, muy poco tensa. Y se mezcló en Madrid básicamente porque lo hicimos con (José María) Rosillo, y él tiene su estudio allí y quería mezclarlo en su estudio. Que por otra parte es un estudio mítico, porque ahora se llama Audiomatic, pero es el antiguo estudio Eurosonic, donde grabó Radio Futura, Gabinete… Un montón de grupos. Es uno de los grandes estudios de Madrid que ahora ha cambiado de nombre, pero era el más potente en los años ochenta.

 

P.- La segunda cosa que me llama la atención es que lo hayáis producido vosotros. Pensaba que ibais a recurrir a un productor, quizás Suso Sáiz, que lleva muchos años trabajando con Diego y que de hecho produjo “Crepúsculo”.

R.- Sí… Bueno, yo he producido o coproducido casi todos mis últimos discos. Diego y yo estamos en un punto en el que sabemos muy bien lo que queremos y no veíamos la necesidad de meter a una tercera persona. Los dos teníamos muy claro por donde llevar el disco.

 

P.- Musicalmente “El duelo” remite a vuestros orígenes, aunque también a lo que estabais haciendo justo antes de volver: tu álbum “Electrica PKWY” y las dos últimas giras de Diego junto a Contacto en Francia y Luis Auserón.

R.- Sí, es cierto. Nuestro nexo común es ese country, ese rock’n’roll de los cincuenta, ese folk… Ritmos acelerados y acústicos que yo he practicado de una forma intermitente en mis últimos discos. Sobre todo la última gira que hice con Joseba Irazoki (“En privado Tour 2012 – 2013”), iba muy por ahí. Y curiosamente Diego también estaba presentando su disco con Contacto en Francia, utilizando una formación muy cercana al country. Nuestras últimas propuestas eran muy coincidentes, sobre todo en directo. No fue algo premeditado, ninguno se fijó en lo que estaba haciendo el otro, pero los dos acabamos en el mismo camino.

 

P.- Todo el mundo coincide en que este disco tiene el sonido Duncan Dhu, aunque Duncan Dhu tuvo muchos sonidos. ¿A qué crees que se refieren cuando hablan del “sonido Duncan Dhu”?

R.- Yo también creo que Duncan Dhu tiene muchos sonidos. Y posiblemente los seguidores de Duncan Dhu, los que realmente controlan su trayectoria saben que Duncan Dhu ha hecho un poco de todo y que efectivamente tiene muchos registros. Pero el gran público, el público menos conocedor, si quieres llamarlo así, sí que identifica a Duncan Dhu, curiosamente, con el sonido del principio. Al que no ha seguido demasiado al grupo, tú le preguntas por Duncan Dhu y te va a hablar de “Cien gaviotas” o cosas así. Identifica a Duncan Dhu con ese sonido, no sabe que hubo un “Supernova”, un “Autobiografía”… No sabe que hubo otras cosas. Entonces cuando la gente habla de que algo suena mucho a Duncan Dhu, es porque quizás el estereotipo de Duncan Dhu es la guitarra acústica, mi voz, los coros, las escobillas, las letras de Diego, que son como muy etéreas, muy personales. Y ese es al final el sello de Duncan Dhu.

 

P.- Hombre, es cierto que esos primeros discos tienen una serie de canciones que han trascendido y que quizás se han hecho más grandes que el propio grupo. Habrá gente que no sepa nada de Duncan Dhu, pero que sin embargo sí conocerá “En algún lugar”, “Una calle de París” o “Esos ojos negros”.

R.- Sí, y por ejemplo es curioso el caso de “Cien gaviotas”, que ni siquiera fue Número 1 cuando salió. Fue un éxito y fue la canción que lanzó a Duncan Dhu, pero no fue Número 1. Hubo Números 1 mucho más potentes durante los años posteriores. De hecho en Sudamérica ni siquiera es una canción muy conocida, pero aquí en España el tiempo la ha ido poniendo en el pódium, como la más emblemática y la más mítica de todo el repertorio de Duncan Dhu. Pero en vida del grupo, por ejemplo “En algún lugar” fue mucho más importante que “Cien gaviotas”. O hubo otros éxitos más recientes, como “La casa azul”, por ejemplo, que es un tema que no tiene nada que ver y fue un mega hit, pero ahora ya nadie se acuerda de esa canción y sin embargo “Cien gaviotas” ha envejecido muy bien.

 

P.- Siempre que vuelve un grupo mítico surge el miedo de si estarán a la altura de lo que hicieron en su vida activa. Tu eres muy cinéfilo, y es como cuando George Lucas decide grabar la segunda trilogía de La guerra de las galaxias…

R.- (Risas) Ese es un buen ejemplo.

 

P.- Sí, y uno la ve y se pregunta qué necesidad había de grabar eso a estas alturas… ¿No sentisteis miedo a no estar a la altura de lo que habíais grabado?

R.- Sí, está claro que tienes una presión que te colocas tú mismo. La presión de que no puedes dar un paso en falso. Toda tu carrera, con algún altibajo, pero en líneas generales ha sido de nivel alto y nosotros somos los primeros que no queremos dar un paso en falso y no queremos estropearlo ahora con una vuelta de mierda. Volver con un disco malo o con una gira mala, y que al final la gente se quede con el mal sabor de boca de para qué coño han vuelto ahora estos para hacer esta chapuza. Esa presión existía y daba cierto miedo. Lo que pasa es que, aunque suene pretencioso, en seguida vimos que teníamos algo bueno entre las manos y nos lanzamos a ello a cara descubierta. Sabemos que el disco es bueno. La gira todavía no ha comenzado, ni siquiera hemos empezado los ensayos, pero queremos hacer la mejor gira que ha hecho nunca Duncan Dhu. Esa es la idea, hacer un “come back” como el de Elvis del año 68. Volver por la puerta grande para hacerlo mejor que en el pasado.

 

P.- En cualquier caso, si ese miedo existió supongo que se habrá desvanecido, porque las críticas han sido muy buenas y parece que las entradas se están vendiendo bien; en Barcelona y en Madrid estáis ya por la segunda fecha…

R.- Sí, el disco ha tenido una buena acogida en prensa e incluso en ventas, ahora que no se venden discos el disco ha entrado bien. Y los conciertos van muy bien, superando nuestras propias expectativas. No quisimos hacer una apuesta ni muy grande ni muy pequeña, porque esa era la pregunta del millón: ¿dónde está ahora Duncan Dhu? Evidentemente ahora Duncan no tiene el tirón que tuvo en el pasado, pero tiene mucho más tirón del que puedo tener yo en solitario, por ejemplo. No queríamos pecar ni de pequeños ni de grandes con los aforos, y al final apostamos por auditorios de entre mil doscientas y dos mil personas, y creo que hemos acertado porque está yendo muy bien.

 

P.- Mirando el recopilatorio, me da la impresión de que Duncan Dhu fue un grupo que compartió al cien por cien el mismo rumbo musical hasta “Autobiografía”. Quizás a partir de ahí, y me refiero a “Supernova” y a “Piedras”, no tanto a “Crepúsculo”, se nota que cada uno tenéis vuestras propias inquietudes, vais hacia sitios distintos.

R.- Sí, es cierto. Duncan Dhu fue un grupo que creció muy rápido y yo creo que tocó techo en “Autobiografía”. A partir de ahí no es que perdiésemos el rumbo, pero igual sí el sentimiento de grupo. Ahí es donde empiezan las carreras en solitario, surgieron las diferencias musicales y ya nunca más volvió a exisistir ese sentimiento tan de grupo que habíamos tenido al principio. Quizás hubo un pequeño paréntesis que fue, curiosamente, un grandes éxitos: “Colección”. Tuvo una gira de la que estamos muy contentos, y por eso hemos incluido el DVD con uno de aquellos conciertos en la caja que ha salido ahora a la venta. En esa gira volvimos a recuperar algo que habíamos perdido. Luego al final grabamos un disco que escribimos a medias, “Crepúsculo”, un disco en el que nos implicamos los dos muchísimo, y ahí está el resultado. Al final los mejores discos de la discografía de Duncan Dhu son los que de verdad hemos estado muy metidos los dos, y los más flojos son los que quizás eran más individualistas.

 

P.- Hablas de los conciertos de “Colección”, y respecto a las giras yo creo que vivisteis dos etapas. Una inicial hasta “El grito del tiempo” más amateur, con mucha ingenuidad. Y otra a partir de “El grito” en la que ya sois un grupo muy grande, con grandes montajes escénicos, muchos músicos encima del escenario… Me da la impresión de que os identificáis más con la primera que con la segunda.

R.- Sí, absolutamente. De hecho no nos gusta nada ese concepto y hemos vuelto a un sonido en el que mis guitarras tienen mucho papel, al igual que el bajo de Diego. Y cuantos menos músicos, mejor. Sólo los necesarios, no queremos llevar nada superfluo. Pretendemos volver a la esencia de la canción y a los orígenes del grupo. Por eso nos gusta tanto “Colección”, y por ahí va a ir la gira de ahora. La gira de “El duelo” va a ser cercana a los comienzos, aunque con la experiencia que tenemos ahora. Pero los tiros van a ir más por ahí.

 

P.- Sí, la caja incluye un DVD de la gira Colección, que efectivamente está muy bien, pero creo que es una pena que quede en el olvido aquella otra época de grandes montajes, casi de rock de estadio. Esta hubiese sido una buena ocasión para recuperar material de aquellos años…

R.- Sí, la verdad es que Duncan Dhu tuvo su época de rock de estadio. De hecho tocábamos en estadios y llevábamos montajes muy grandes. Pero ahora sería imposible una reunión como fue la de Héroes del silencio, por ejemplo, a lo grande, a lo gigante. Primero porque probablemente Duncan Dhu nunca fue como Héroes, y segundo porque ahora mismo la situación no es la misma que cuando se reunieron los Héroes; ni la situación económica del país, ni la situación económica de la música en general. Y lo más importante, porque Diego y yo estamos muy alejados del rock de estadio. Ahora nos apetece hacer algo mucho más íntimo. Por eso vamos a auditorios, que al final son más grandes que los teatros, aunque sin llegar a ser gigantes. Va a ser una gira muy a capricho.

 

P.- Bueno, yo no me refería a la gira que vais a hacer ahora, sino a la hora de recuperar material antiguo, que esta era una buena oportunidad para haber editado algún concierto de aquella época, que ahora me parece que ha quedado un poco en el olvido y merecería ser recordada. Y no por la cantidad de gente que metíais en los conciertos, sino por la actitud que teníais, la estética, aquellos escenarios enormes, las versiones tan sorprendentes que hacíais de vuestras propias canciones… A mí me parecen los años más rock star de Duncan Dhu.

R.- ¡Ah! Sí, es cierto, fueron unos años que estuvieron muy bien. Lo que pasa es que hay poco material gráfico, estamos hablando de una década antes y no hay tanto material como de épocas más recientes. Pero sí que es una etapa que merece una mirada atrás. El mismo “El grito del tiempo”, aunque nosotros renegamos bastante de ese disco, la gira no dejó de ser enorme a nivel de aforos, llenos… Pero quizás es un sonido que nos queda un poco más lejano

 

P.- Para terminar, Mikel: hemos comentado antes que con “El duelo” os habéis centrado en la parcela de gustos e influencias que compartís ahora, que vuelve a ser grande…

R.- Sí, y que por otro lado, antes de que sigas te quiero decir que esa parcela que compartimos es prácticamente la única música que escuchamos. Es decir, no estamos haciendo un esfuerzo de dejar de oír otras cosas para escuchar sólo esto. No. Yo ahora mismo no escucho otra cosa que no sea Bob Dylan, estoy totalmente abducido por Bob Dylan y me salgo muy poco de ahí. Y Diego parecido. Estamos compartiendo eso porque es casi lo único que estamos escuchando. Perdona, esto ha sido un paréntesis.

 

P.- Sí, la pregunta iba precisamente por ahí. Habéis dicho que todavía no sabéis qué pasará con Duncan Dhu, pero si decidís dejar la puerta abierta y retomar el grupo de vez en cuando, ¿crees que tenéis todavía suficiente espacio común como para dar más pasos hacia delante? En el sentido de grabar discos más de experimentación y de investigación, como siempre hicisteis con Duncan Dhu y como habéis seguido haciendo en vuestras carreras en solitario.

R.- Pues… Pues no lo sé. Te diría que no. Yo creo que si Duncan Dhu continúa, ha llegado el momento de convertirse en un clásico, una especie de Bob Dylan, de Tom Petty o de Johnny Cash. Algo que después de dar muchas vueltas ya tiene su sello, su sonido y ya está. Creo que ya es el momento de no investigar más y de dejar esas inquietudes precisamente para nuestras carreras en solitario. Esta es una respuesta totalmente personal, no sé qué opina Diego al respecto. Porque sí que hemos hablado de la posibilidad de volver a grabar con Duncan ahora, pero no hemos entrado en detalles de por dónde podrían ir los tiros. Pero así, sin meditarlo mucho, te diría que Duncan Dhu ha alcanzado un punto muy interesante, al menos para nosotros, y pienso que ese podría ser el futuro de Duncan Dhu. Tipo Los Secretos, que es un grupo que tiene su estilo y siempre hace el mismo tipo de disco… A lo mejor es el momento de que Duncan Dhu, si continúa, siga por ahí, no lo sé. Por otra parte Diego es tan cambiante que de repente…

 

P.- Bueno, tú tampoco te quedas atrás…

R.- Sí, yo también tengo muchas inquietudes. Por eso te digo que si decidimos que Duncan Dhu recupere la intermitencia de años pasados, igual dejamos los experimentos para las carreras en solitario y mantenemos Duncan como el clásico al que volvemos de vez en cuando. Es difícil aventurarse.

 

Your email is never published or shared. Required fields are marked *

*

*